.




lunes, 6 de marzo de 2017

Las patas de un elefante



Los animales de la selva que tomaban clases estaban sorprendidos con la irrupción de un nuevo alumno en el aula: el elefante.

Era tan grande ese animal, sobre todo sus patas, que la mayor parte de ellos creyeron que debía ser realmente torpe y que no podría ni escribir su nombre. ¿Cómo agarraría el lápiz para escribir teniendo tamañas extremidades?

Este pensamiento común provocó la risa y las burlas de todos. Sin embargo, apenas el profesor comenzó su habitual dictado, todos quedaron maravillados al comprobar la destreza con la que el elefante manejaba el lápiz.

Se valía para ello de su trompa y demostró al final ser el más hábil de todos los animales, a pesar de sus grandes patas.



No hay comentarios:

Publicar un comentario