.




jueves, 11 de enero de 2018

El buey y la becerra



Viendo a un buey trabajando, una becerra que sólo descansaba y comía, se condolió de su suerte, alegrándose de la de ella.

Pero llegó el día de una solemnidad religiosa, y mientras al buey se le hacía a un lado, cogieron a la becerra para sacrificarla.

Viendo lo sucedido, el buey sonriendo dijo:

Mira becerra, ya sabes por qué tú no tenías que trabajar: ¡ es que estabas reservada para el sacrificio !

No te ufanes de la ociosidad, pues nunca sabes que mal trae oculto.


No hay comentarios:

Publicar un comentario